
Los peregrinos, pobres o ricos, que vuelven de Santiago o se dirigen allí, deben ser recibidos con caridad y respeto por todos, pues quien los reciba y hospede con esmero tendrá por huésped no solamente a Santiago sino también a Nuestro Señor, el cual dijo en el Evangelio: "el que a vosotros os reciba a mí me recibe".
Codex Calixtinus, capitulum XI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario