'Retrato de Adele Bloch Bauer' (1907) - Gustav Klimt
Ayer estuve en una boda. Clásica y tradicional, como todas las bodas, como la Santa Iglesia. Se celebró en el Convento de Sant Francesc, en Vilafranca del Penedés. Un edificio bien conservado, de estilo gótico y en el que resaltan los sepulcros medievales y un precioso retablo. Lecturas de salmos, rezos, podeis sentaros, podeis levantaros, el Ave Maria de Schubert y otros cantos, sí quiero, arroz, besos, abrazos, hola yo soy el primo de la novia, y hala... al papeo!
Tras la ceremonia nupcial las fotos y a comer. Ahí se acabó lo tradicional. Estuvimos en Can Ferran, del Grupo Cal Blay, en Puigdàlber. Véase en la foto una tapa de berberechos ¿Original, no? Pues bueno, el pica-pica estuvo cargado de estas tapitas que tan populares se están haciendo en la nueva cocina mediterranea. El menú también tenía esos sabores rebuscados que de vez en cuando nos gusta probar a los amantes de la tortilla de patatas de toda la vida. Así que ya sabeis, si quereis comer bien... a Can Ferran. Y si alguien no sabe ir, que me llame y de paso me invite.
<< La primera noche me dormí sobre la arena, a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano. Imagínense, pues, mi sorpresa cuando al amanecer me despertó una extraña vocecita que decía:
